Quien soy?
Toda mi vida he disfrutado de hacer manualidades, ya que son una terapia para manejar el estrés y dar rienda suelta a la creatividad; empecé mi taller hace unos años cuando vivía en el Estado de la Florida y tuve la oportunidad de trabajar para una clínica de salud como Coordinadora de Actividades dando clases de trabajos manuales a los adultos mayores como terapia ocupacional, ahí me di cuenta que realmente disfruto crear, y compartir mi pasión con otras personas, desde entonces he estado pensando en la forma de hacer de mi pasión un trabajo que me permita generar ingresos, pasar tiempo con mi familia y al mismo tiempo ayudar a otras personas para que puedan lograr sus propios sueños. Katia Viruez Studio Academy es la forma que encontré de hacer todo eso por mí y por ustedes que me leen.
Si te ha gustado mi historia, entonces también te gustará descubrir cómo es trabajar conmigo.
¿Estás preparado para venir a mis clases? Te advierto que puede cambiar totalmente tu visión sobre las manualidades: aprenderás a usar el vinil textil para personalizar todo tipo de productos, y dejar volar tu imaginación.
Descubre la Pasión y Creatividad de Katia Viruez Studio Academy
Mi nombre es Katia Viruez, soy boliviana, gran parte de mi vida la viví en Santa Cruz de la Sierra, donde me formé como profesional y obtuve toda mi experiencia académica, así como empresarial.
En el año 2017 decidí acompañar a mi esposo en su sueño de emigrar hacia Los Estados Unidos de América y aquí hemos recorrido un hermoso pero difícil camino que me llevó a tomar la decisión de dejar de trabajar para otras personas y hacer algo que realmente me haga feliz. De esa manera nace Katia Viruez Studio Academy, porque uní mi experiencia académica de más de 20 años dando clases en la universidad con mi sueño de emprender y hacer algo que me permita plasmar mi creatividad en cada proyecto que realice.
Katia Viruez Studio Academy es una empresa nacida desde la necesidad de la independencia tanto financiera como laboral para poder disponer de tiempo de calidad con mi familia y amigos, porque como inmigrante nos concentramos en generar ingresos para pagar las facturas y no tenemos tiempo para disfrutarlo con nosotros mismos, así que empecé a soñar con hacer algo que me haga feliz y no lo sienta como un trabajo.